A veces, muchas veces pienso que todo está perdido, que nada tengo que hacer aquí porque ya nadie me necesita y de a poco voy rumbeando hacia mi muy querida amiga: la muerte.
Por las noches, cuando me viene el insomio se me agolpa la depresión en la cabeza y en el corazón; me pregunto millones de cosas diferentes pero con una misma historia; preguntas distintas que provienen de una sóla duda...: MI VIDA, o LA VIDA.
No le encuentro ningún sentido, a veces, cuando me pongo a pensar en aquellos amigos míos que murieron reventados a mitad de un sueño, de ese sueño que todos los jovenes tenemos y queremos alcanzar, que es crecer en paz, como queremos y con la gente que queremos. Ellos no pudieron hacerlo y yo ahora tampoco; es como que con cada uno de ellos enterraron mis ganas de vivir, de soñar, de reír, de ser feliz... y fui cobarde y sigo siendo cobarde..., varias veces quise matarme para estar con ellos o para no tener que llorar más por nadie. Sí, le tengo miedo a la muerte pero no por mí, por las personas que quiero.
¡Tantas cosas han pasado! y todavía no comprendo por qué la muerte llega tan temprano algunas veces y así como así se nos va la vida de alguien que amammos con todas nuestras fuerzas..., y nos quedamos solos y acompañados por el restro de nuestras vidas por un vacío incómodo y punzante que no se vuelve a llenar ni con todo el oro de la galaxia...
Y hubo gente que me dijo muchas veces:
"Sos muy joven, vos no sabés lo que es sufrir realmente"
Y esa gente nunca supo que yo inundé mi corazón y mi pensamiento, porque las lágrimas que no caían por mis ojos caían por mi alma, hacia adentro.
Soy joven, sí, pero he sufrido demasiado. Yo lloré en silencio muertes, injusticias, golpes, pensamientos, marginaciones y dictaduras de toda clase.
Lo que sí sé con seguridad es que la vida te da lecciones duramente, sin tenerte piedad, lástima, compasión o respeto.
Esto es verdad:
***Yo he sufrido por la vida!!!!***