y es imposible acostumbrarse...
Decepción.
Qué harás con todo lo que dijiste?
Qué harás si te arrepientes?
Las palabras no se las lleva el viento, una vez las dices, allí quedan, flotando como polvo en el aire, ensuciándolo todo.
Decepción, sí.
Algún día (pronto) no voy a estar aquí. Deseo que jamás olvides lo que me dijiste y que vivas con eso el resto de tu vida.
No. No te perdono.
La decepción no se perdona, se sobrevive y nada más.
Aprenderás.
Crecerás.