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14 abr 2008

COMIENZO A NAVEGAR EN PAZ

Navego conciente en el océano verde del follaje. El cielo brilla, celeste, sobre mis ojos y al extender las manos lo toco, y es suave, y es dulce, y es mío.

Los árboles susurran en acariciante abrazo de la brisa, hablan de ángeles en la tierra, de amigos nuevos, de esperanza, de lucha, de sosiego y de paz.

Los pájaros cantan a mi alrededor, y sigo mirando el cielo, tendida en la hierba, escuchando el latido del mundo bajo mi cuerpo por primera vez.

¿Por qué corro si ya estoy donde quiero estar? ¿Por qué me preocupo por lo que acaso pueda o no pueda solucionar?

¿Por qué me exijo tanto si nadie lo hace?

Navego, siempre navego, pero ahora comienzo a navegar en la paz.

LA PALABRA

Reposará mi palabra
en el cálido follaje de tu mente
volará los cielos imaginarios
que tu intimidad dibuja
y en soledad –compañera-
retomará el camino
hacia mis labios.



Buenos Aires, 19 de diciembre, 2005

Y así fue cuando el vaso quedó lleno, porque tengo, como tú, un concepto de la amistad que no pertenece a los tiempos que corren...

Y así fue cuando el vaso quedó lleno, porque tengo, como tú, un concepto de la amistad que no pertenece a los tiempos que corren sino a otro siglo. Porque cuando me llaman atiendo, como tú; porque cuando me escriben contesto, como tú; porque cuando me necesitan no importa la hora ni el día ni dónde esté, yo salgo corriendo a prestar mi ayuda aunque en eso se me vayan las horas, los días y la vida. No espero a cambio nada, solamente doy y ha sido así que irremediablemente me he quedado sola, llena de ausencias y de lágrimas, porque algunos han muerto en mis brazos y otros me han abandonado luego de matarme a puñaladas, de robarme el alma y en otros casos también me han robado dinero y he quedado una vez más rodeada de la nada.

Y lloro al leer que no soy la única estafada por esos que no saben de amistad ni sentimientos.


Y cómo es que te has metido en este rollo de las escrituras y de Dios, que te digo que no debes esperar nada aunque lo des todo, que no te deben nada, ni siquiera amor o respeto; hazme caso Amor, no esperes nada, porque no hay nada detrás de las palabras huecas, de las "amistades falsas". Hazme caso y no te enriedes, da todo lo puedas con amor y compasión pero no esperes nada a cambio porque terminarás dolido, verás que llega sóla la recompensa si es que así hemos de decirle. Y mirarás a los ojos y de quien menos lo esperes te llevarás la sorpresa probablemente con una única palabra, quizás dos...


De contradicciones estamos hechos. Piel y huesos, defectos y virtudes, bajos instintos e intenciones altruistas, pero acaso ¿todo esto es cierto?


Cien mil dudas y cien mil ideas en tu cabeza, en la mía solamente hay una y me la reservo si me licencias, soy egoísta como tú, aunque puedo ser tan espiritual como cualquier guía hindú, musulmán o cristiano. Eres en extremo egoísta y aún más espiritual, de otra forma no escribirías estas cosas, no te preguntarías por tus hijos cuando te vas al bar a tomar tu café con el Evangelio en una mano y la cucharita en la otra..., que dudo mucho que seas un irresponsable, y que valen la pena tu egoísmo y tu espiritualismo, y tus dudas y tus certezas, vale la pena no lo dudes, aunque cuando mires a tus hijos te sientas en deuda y el día de mañana, cuando ya dejen de ser niños y te reclamen, ellos verán y comprenderán tarde o temprano que eres distinto, egoísta, espiritual, padre y humano.


Podría decirte infinidad de cosas pero aquí te dejo, debo tomar una pastilla rosa y otra blanca, pero igual te quiero. Dile a Marta que no se tome las cosas tan a la tremenda, que la vida es corta, demasiado corta y lo que no tiene arreglo no se arregla y lo que sí pues ya se arreglará.


Sigue siendo como eres.