Querida Hija,
La vida no es sencilla, todo lo contrario; es difícil, dura, a veces injusta, a veces tierna, a veces malhumorada, a veces cruel, a veces genial y a veces es una mierda…; no puedo decirte a quién querer ni cómo, pero hay lazos que perduran siempre aunque nos duelan. No puedo elegir. NO QUIERO ELEGIR. Y con toda seguridad pasarán por tu vida cientos de personas con las que habrá amor y luego desamor, pero quiero pedirte una cosa o tal vez dos: nunca pierdas la alegría de vivir y siempre, SIEMPRE, pase lo que pase SIGUE LUCHANDO POR TU FELICIDAD Y TUS SUEÑOS. QUE NADA NI NADIE TE QUITE LAS GANAS DE HACER COSAS, DE VIVIR, DE SONREÍR, DE DISFRUTAR DE CADA INSTANTE porque, HIJA MÍA, MI ADORADA HIJA, la vida es tan corta que no vale la pena desperdiciarla en todo aquello que te hace sufrir. Salta el sufrimiento como en una carrera de obstáculos y si te caes, levántate y vuelve a correr y a saltar cada obstáculo que se te presente.
No llores. Yo perdí mucho tiempo de mi vida llorando, y ya lo ves: llorar no arregla nada, tampoco arregla nada quejarse, lo que sirve es VIVIR CON ALEGRÍA, con todo lo bueno y lo malo que tenga la vida. Porque como dice tu tía Merche: PESE AL SUFRIMIENTO LA VIDA ES HERMOSA Y HAY QUE VIVIRLA CON ALEGRÍA.
TE AMA,
Mami
