«-Sin mayores explicaciones -le dice su madre- como la decencia me impide entrar en ciertos detalles, sólo tengo una cosa que recomendaros, hija mía: desconfiar de las primeras proposiciones que os haga vuestro marido y contestadle con firmeza: "No, señor, no es por ahí por donde se toma a una mujer decente; por cualquier otro sitio que os guste, pero por ahí de ninguna manera"...»