La vida me ha enseñado que la gente es amable si yo soy amable; que las personas están tristes si estoy triste; que todos me quieren si yo los quiero; que todos son malos, si yo los odio; que hay caras sonrientes, si les sonrío; que hay caras amargas si estoy amargado; que el mundo está feliz si yo soy feliz; que la gente se enoja si estoy enojado; que las personas son agradecidas si yo soy agradecido. La vida es como un espejo: Si sonrío, el espejo me devuelve la sonrisa. La actitud que tome frente a la vida, es la misma que la vida tomará ante mí.
"El que quiera ser amado, que ame".
La única razón por la que eres feliz es
porque tú decides ser feliz...
Regalo de mi D@c María Cristina Gamberale