Hace tanto frío hoy que parece que estuviéramos en el Polo Norte. Hace ya 4 horas que me desperté. Los perros me despertaron para pedirme agua y me quedé levantada. Prendí la estufa pero de todas maneras hace mucho frío aquí.
La casa es fría; en verano es una bendición pero en invierno es un infierno, un castigo, pues tarda en calentarse este castillo de manera que, aún cuando hace cuatro horas que encendí la calefacción aquí hace frío y tengo los pies y las manos congelados.
Tanto es el frío que aunque no soy fanática de los bombones me encataría ahora, me resultaría agradabilísimo comerme un bombón Felfort con licor, de esos pequeñitos que tienen una cereza dentro al rhum. O uno con pasas al whisky, así sí uno entra en calorcito rápidamente, por el licor y las calorias del chocolate.
En Europa es verano, hace calor ¡qué maravilla!, y nosotros aquí con tanto frío... Pienso en la gente que vive en la calle, que deurmen en los parques, en las plazas, en cualquier esquina...No puedo imaginar el sufrimiento de esos cuerpo a la intemperie. ¿Por qué siguen pasando estas cosas?
Aquí dentro hace frío, afuera hace mucho más. No he encendido la televisión para saber la temperatura y la sensación térmica, a ver si el servicio meteorológico me asusta aún más viendo un numerito bajo acaso acompañado de un signo de menos adelante... Creo que me daría más frío...
Detesto el frío, lo aborresco (¡menos mal que nací en invierno que si no sería insoportable!).
La lógica indica que esta estación debería gustarme mucho, pero no es así. Mi cuerpo no está preparado para las bajas temperaturas, todo me duele, comienzan los achaques de vieja joven, no quiero salir, me provoca comer más cosa que hace daño, y me provoca dormir más cosa que no puedo permitirme con tantas responsabilidades cada día.
Entonces..., ¿Cómo sobrellevar el INVIERNO sin tener ganas de tomar un avión para irse a otras latitudes más cálidas?
Si alguien tiene la respuesta le invito a compartirla conmigo. Quizás pueda ayudarme.
Bueno domingo!
Wilhemina Queen,
desde un infierno congelado.
La casa es fría; en verano es una bendición pero en invierno es un infierno, un castigo, pues tarda en calentarse este castillo de manera que, aún cuando hace cuatro horas que encendí la calefacción aquí hace frío y tengo los pies y las manos congelados.
Tanto es el frío que aunque no soy fanática de los bombones me encataría ahora, me resultaría agradabilísimo comerme un bombón Felfort con licor, de esos pequeñitos que tienen una cereza dentro al rhum. O uno con pasas al whisky, así sí uno entra en calorcito rápidamente, por el licor y las calorias del chocolate.
En Europa es verano, hace calor ¡qué maravilla!, y nosotros aquí con tanto frío... Pienso en la gente que vive en la calle, que deurmen en los parques, en las plazas, en cualquier esquina...No puedo imaginar el sufrimiento de esos cuerpo a la intemperie. ¿Por qué siguen pasando estas cosas?
Aquí dentro hace frío, afuera hace mucho más. No he encendido la televisión para saber la temperatura y la sensación térmica, a ver si el servicio meteorológico me asusta aún más viendo un numerito bajo acaso acompañado de un signo de menos adelante... Creo que me daría más frío...
Detesto el frío, lo aborresco (¡menos mal que nací en invierno que si no sería insoportable!).
La lógica indica que esta estación debería gustarme mucho, pero no es así. Mi cuerpo no está preparado para las bajas temperaturas, todo me duele, comienzan los achaques de vieja joven, no quiero salir, me provoca comer más cosa que hace daño, y me provoca dormir más cosa que no puedo permitirme con tantas responsabilidades cada día.
Entonces..., ¿Cómo sobrellevar el INVIERNO sin tener ganas de tomar un avión para irse a otras latitudes más cálidas?
Si alguien tiene la respuesta le invito a compartirla conmigo. Quizás pueda ayudarme.
Bueno domingo!
Wilhemina Queen,
desde un infierno congelado.
