La Vida Misma es todo, lo sencillo y lo complicado, aquello que nos alegra y todo lo denso que nos nubla y nos angustia y sin embargo vale la pena seguir peleando, sin eludir, sin aludir, desafiando…
Y llorar es bueno y descarga y te quita peso de encima y te deja un poco quieto en este plano pero de alguna forma inexplicable el sufrimiento eleva…, y no hace falta encontrarle una razón al llanto porque el llanto es llanto y sale de corazón. No hace falta que se entienda ni que se comprenda nada…
Hay cosas, demasiadas cosas, que no se pueden pagar, comprar, adquirir, cultivar, profundizar o elevar con el dinero, pero hay que tener dinero para pagar el alquiler y para poner un bocado aunque sea una vez al día.
Un Mundo Feliz es una Utopía, pero como en el desierto, cada grano de arena es importante y por eso es importante tu deseo y el mío y el de aquél que está un poco más lejos pero piensa y desea lo mismo.
Perdonar y olvidar no se puede aunque en las escrituras nos dicen que sí, que se puede y además se debe. Y yo aquí atada a mi locura, a esta rabia que me hace emerger de la oscuridad absoluta a una luz extraña que por extraña temo y por alucinante me atrae…
Dejar de sufrir es imposible y no importa si vale o no la pena, siempre se sufre y no dejaremos de sufrir porque en cada lágrima hay un escalón que va hacia arriba. Vamos a los trompicones angustiados en pos de la elevación del alma para que algún día no nos dejen regresar…