El crecimiento en sí mismo no comporta ningún sufrimiento; el sufrimiento lo produce tu resistencia a crecer. El sufrimiento lo provocas tú porque te resistes continuamente y no permites que el crecimiento se produzca. Tienes miedo de abandonarte completamente; lo aceptas a regañadientes. De ahí viene el sufrimiento, pues acabas dividido, desgarrado. Una parte de ti colabora mientras la otra se opone y se resiste. Ese conflicto interno te produce sufrimiento.
Deja a un lado esa idea, compartida por mucha gente, de que si quieres crecer tienes que sufrir. Es pura insensatez. Si colaboras plenamente no hay ningún sufrimiento. Si te dejas llevar, en lugar de sufrir te divertirás. Cada momento será un momento de bendición y felicidad.OSHO