Para quienes no entienden mi caligrafía:
Hay cosas que no cambian. Cosas que seguirán igual en esta vida y en la próxima.
No estoy triste, estoy decepcionada. Muy decepcionada. Pero supongo que la vida está plagada de decepciones y yo ya debería estar acostumbrada o de alguna manera, a esta altura, debería ser capaz de aceptar y no esperar nada de la gente, ni siquiera de mi hijo (especialmente de él).
Estoy tranquila, decepcionadamente tranquila. Hice todo lo que pude, todo lo que supe en pos de su educación y su crecimiento. Él ya eligió. Es su elección, ya no puedo hacer nada; sólo decirle que está tomando un camino que le traerá mucho dolor. Prevenirlo. No puedo hacer más.
Esto que siento es horrible. Preferiría estar triste, así por lo menos podría llorar. Hoy... sólo miro por la ventana con los ojos secos y el corazón ubicado en un lugar desconocido.
Verónica
"VERDAD & AMOR SON UNA SOLA Y MISMA COSA"
Maestro Taisen Deshimaru