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3 feb 2008

Aymelek (poema)


Mi nombre es Aymelek
Dicen que soy un Angel,
La Amiga del Alma...
La que cuida, la que aguarda.
La que espera y desespera.
La que tiene la sonrisa en el alma.
La que tiene lágrimas guardadas.
Mi nombre es Aymelek.
Así me llamo. Así me siento.
Un Ángel...
La Amiga del Alma...
La que siempre está.
La que siempre aguarda.
La que sonríe al ver tus ojos.
La que llora cuando te extraña.
La que sostiene tu mano.
El Ángel que te abraza.
La que cura tus heridas.
La que te lleva en brazos cuando te cansas.
La que siente tu corazón.
Soy Aymelek, el Ángel de la Luna,
el Ángel que te ama.




© Verónica Curutchet

SOY LEYENDA - RICHARD MATHESON


Robert es el único sobreviviente de una guerra bacteriológica que azotó el planeta y que transformó a todos los seres humanos en vampiros.Durante el día se dedica a hacer reparaciones a su refugio, mantener el tanque de agua y los recursos, clavar los tablones que durante los ataques nocturnos de la nueva raza dominante se desprendían de su sitio dejándolo un poco desprotegido. Sus propios vecinos, convertidos en vampiros, lo llamaban desde la entrada de la casa. Todas las noches venían en grupos, hombres y mujeres, algunos más fuertes que otros, desesperados por conseguir su alimento pero Robert se protegía muy bien colocando ajos en las ventanas y en las puertas. Todos los días tenía una lista de quehaceres para los cuales debía salir de su casa; uno de esos quehaceres era buscar los escondrijos de los vampiros y matar a todos los que pudiera mientras dormían. Era enero de 1976. Todo fue muy rápido y hasta su propia esposa terminó siendo víctima de la peste.Solo en el mundo, pero con la esperanza de encontrar a alguien en la misma situación que la de él, un día de 1978 encontró una muchacha llamada Ruth. Pero Ruth no sería lo que él esperaba que fuera, sino todo lo contrario. Gracias a Ruth, espía de la raza de vampiros, que proyectaba crear un nuevo orden mundial, una nueva sociedad, Robert Neville es apresado por el enemigo y llevado muy lejos de lo que alguna vez fue su hogar. Al año siguiente, en 1979, llegaron a buscarlo en sus autos negros y tras un fuerte golpe en el pecho los hombres de negro lo llevaron fuera de su casa y con otro tremendo golpe lo dejaron sin conciencia para meterlo en el auto y llevárselo. Robert Neville era el último de su especie… Antes del final miró a los nuevos habitantes de la Tierra y con una sonrisa murmuró: “Soy leyenda”.

© Verónica Curutchet

CUANTOS AÑOS...


¿Cuántos años hace
que te fuiste para siempre?
¿Diez? ¿Quince? ¿Veinte?
¡Ah! pero ya no importa
cuánto tiempo haya pasado,
la tristeza sigue intacta
y las lágrimas retenidas.

No ha habido dolor
más grande que el mío,
no ha habido mayor pena,
no he conseguido consuelo.

¿Estarás aún como recuerdo?
¿Seguirás siendo quien yo quiero?
¿Recordarás mi voz y mis ojos?
¿Extrañas el mundo que dejaste?

¿Cuántos años hace
que te fuiste para siempre?
¡Muchos!... ¡Una eternidad!

¡Aún te recuerdo!
¡Aún te necesito!
¡Aún te extraño!
¡Aún te quiero!