Es increíble, pero ya ha pasado un mes de la cirugía. Aún estoy en recuperación. Ha sido y ES difícil. De todos los lugares para operar creo que el intestino es uno de los más jorobados para decirlo fácil.
Aún no me animo a mirarme y a veces siento que no tengo "culo", y habrás de perdonar Querido Diario, que no puedo usar otra palabra. Hasta hace un mes no tenía ano, tenía "unnoséqué"! sangrante y tremendamente doloroso que se parecía más a una flor sicodélica que a otra cosa; y me preguntaba, cada vez que iba al baño: ¿qué sucede con ésto Dios Mío, por qué no paro de sangrar, por qué este dolor que parece una puñalada que llega hasta mi ombligo?, como si me estuvieran apuñalando por dentro día tras día.
No llegaba a entender, pues me cuidaba mucho, casi todo mi alimento era (y sigue siendo) mayormente a base de FIBRAS, pero aún así llegué a lo que núnca hubiera deseado: llegué a rogar por la cirugía porque ya no aguantaba más.
Noches enteras sin dormir, una vida que se me iba deteriorando minuto a minuto a causa del sufrimiento y que iba afectando cada vez más a mi familia y a todos los aspectos de mi vida.
Hubo noches largas, con los ojos abiertos como el dos de oro, cuando le rogaba a Dios que me permitiera dormir aunque fuera una hora o que si me dormía no tardara en llevarme al cielo o al infierno, daba igual, siempre y cuando no me doliera más el ano y el recto, la maldita fisura y las hemorroides que iba creciendo minuto a minuto.
Todo pasó, aunque ahora tengo los dolores normales del post-operatorio, claro que, parece que esa zona de mi cuerpo es demasiado sensible y sumado a todo el estrés y dolor que venía pasando, mi umbral de tolerancia al dolor se fue a CERO.
Pasó un mes, sigo adelante. Pero aún lloro como una niña de dos años cuando el dolor me invade y siento que el pánico se apodera de mí pues pienso: ESTO NO PASARÁ NÚNCA y tengo miedo.
Mis amigas CHECHE, KLAU, NELIDA Y SANDRA, han soportado correos y más correos llenos de quejas, de "ay, me duele, no doy más", en fin, de todo. KLAU, ya saben que me fue a ver al hospital. CHECHE, que me soporta diariamente llorar por el skipe e intenta hacerme olvidar mis días malos. NELIDA Y SANDRA que me envían cosas maravillosas en PowerPoint y todas, mensajes de fuerza y alegría.
Aún no me animo a mirarme y a veces siento que no tengo "culo", y habrás de perdonar Querido Diario, que no puedo usar otra palabra. Hasta hace un mes no tenía ano, tenía "unnoséqué"! sangrante y tremendamente doloroso que se parecía más a una flor sicodélica que a otra cosa; y me preguntaba, cada vez que iba al baño: ¿qué sucede con ésto Dios Mío, por qué no paro de sangrar, por qué este dolor que parece una puñalada que llega hasta mi ombligo?, como si me estuvieran apuñalando por dentro día tras día.
No llegaba a entender, pues me cuidaba mucho, casi todo mi alimento era (y sigue siendo) mayormente a base de FIBRAS, pero aún así llegué a lo que núnca hubiera deseado: llegué a rogar por la cirugía porque ya no aguantaba más.
Noches enteras sin dormir, una vida que se me iba deteriorando minuto a minuto a causa del sufrimiento y que iba afectando cada vez más a mi familia y a todos los aspectos de mi vida.
Hubo noches largas, con los ojos abiertos como el dos de oro, cuando le rogaba a Dios que me permitiera dormir aunque fuera una hora o que si me dormía no tardara en llevarme al cielo o al infierno, daba igual, siempre y cuando no me doliera más el ano y el recto, la maldita fisura y las hemorroides que iba creciendo minuto a minuto.
Todo pasó, aunque ahora tengo los dolores normales del post-operatorio, claro que, parece que esa zona de mi cuerpo es demasiado sensible y sumado a todo el estrés y dolor que venía pasando, mi umbral de tolerancia al dolor se fue a CERO.
Pasó un mes, sigo adelante. Pero aún lloro como una niña de dos años cuando el dolor me invade y siento que el pánico se apodera de mí pues pienso: ESTO NO PASARÁ NÚNCA y tengo miedo.
Mis amigas CHECHE, KLAU, NELIDA Y SANDRA, han soportado correos y más correos llenos de quejas, de "ay, me duele, no doy más", en fin, de todo. KLAU, ya saben que me fue a ver al hospital. CHECHE, que me soporta diariamente llorar por el skipe e intenta hacerme olvidar mis días malos. NELIDA Y SANDRA que me envían cosas maravillosas en PowerPoint y todas, mensajes de fuerza y alegría.