El tiempo seguirá su curso, es inevitable, seguirá y seguirá hasta que en un momento te muestre quién es quién. No tengo por qué ser crucificada por un error que si se quiere y se mira alrededor es, apenas, una tontería. Pero llegará el momento en que vas a saber que todo lo que te dije ha sido cierto, que esa persona que ahora parece ser “la mejor de todas” y que por ese parecer yo me transformé en “la peor de todas”, es una farsante y nos ha utilizado como quiso para su propio beneficio. Pero está bien, sos libre de pensar lo que quieras, de ella y de tu propia Reina. No soy una santa pero no he matado a nadie; con mis pocos recursos he intentado asegurar lo nuestro, mejor dicho: lo de nuestros hijos.
Me molesta solamente tu soberbia. Es como si vos jamás te hubieses equivocado.
En fin…, ojalá y no sea a un precio demasiado alto, comprendas que no sos omnipotente y que también te equivocás en muchas cosas y que nunca, nunca has sabido pedir perdón o siquiera disculpas.
Yo sigo aquí, y recordá que cuando el reino estuvo mal, en la pobreza, en la miseria total, Wilhemina estuvo siempre presente.
Mi abrazo atravesando la tormenta, acaso te alcance y lo sientas, acaso no te sirva y lo detestes, de todas formas va para ti mi abrazo y mi amor.
Wilhemina Queen