El crepúsculo murió en mis ojos
y al resucitar la luna volví a amar.
El toque mágico del viento
abre la ventana y me transporta.
La noche, en silencioso vuelo,
cubre mi habitación de oscuridad.
Toma forma el sueño inalcanzable...,
la visión de verte junto a mí y compartir
el frenesí de los amantes en la alcoba;
el sueño se repite una y otra vez.
©Verónica Curutchet
El crepúsculo muere cada día en mis ojos,
y al resucitar la luna vuelvo a amar.
Y cuando el amanecer me sorprende despierta
el sueño inalcanzable se duerme dentro de mí.
Del crepúsculo al amanecer soy tuya,
vuelvo a amarte, a tenerte entre mis brazos,
vuelvo a sentir que estás aquí, amándome.