En silencio mantuve tu presencia
sombra del pasado y del presente
arcoiris de un futuro incadescente
que latía como un feto en mis entrañas
No te negué núnca, ni te niego
espero en el silencio de tu bruma
aguardo sola en la espesura de
tus más secretos pensamientos
Siempre fui una débil sombra
el bosquejo de un mañana inexistente
y aquel dolor -que persistente- crece
sin remedio y sin reposo en el presente
vuelve a gritarte ¡que te quiero!
que de tus manos me sostengo y
tu sonrisa -en mi desvelo- sueño y
que te quiero y así, así, sencillamente
TE NECESITO
© Verónica Curutchet