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31 mar 2014

♥ ҀƀŞƗŦØ ỮŇ ΔβŘΔŽØ ♥

Juan Lacaze, lunes, 31 de marzo de 2014

Hoy me siento para el traste, es así de simple. Normalmente diría que me siento para el culo lo que significa: muy mal.
No entiendo algunas cosas y creo que no las entenderé nunca.
Me siento atrapada en una espiral de desventuras, de dolor, de agobio, de tristeza, sin amaneceres luminosos y con noches cerradas sin estrellas.
No sé cuánto puedo aguantar. A diario me derrumbo. Es como si estuviera hecha de barro y estuviera parada en la orilla de la playa y con cada ola se va un poco de mí no sé hacia dónde.
Ya casi no duermo, los ojos se me cierran pero algo me mantiene despierta noche tras noche.
Estoy cansada, físicamente cansada, emocionalmente destruida y espiritualmente no sé en qué sitio estoy.

Necesito un abrazo.

El miedo al encierro, al tope de un ranking de fobias en el país

En la lista sigue el temor a volar en avión. Son trastornos específicos de ansiedad.

29/03/14

Temor, pánico, terror. Todo eso puede sentir un claustrofóbico al cerrarse la puerta del ascensor. El miedo en un espacio pequeño y cerrado es la fobia más habitual entre los argentinos. Así lo muestran estadísticas de la Fundación Fobia Club, entidad dedicada al tratamiento de este tipo de trastornos. La fobia es uno de los más frecuentes trastornos de ansiedad que presenta el ser humano de hoy. “Si tratamos de definirla podemos decir de que se trata de un temor irracional, exagerado, ante determinado objeto que normalmente no produce ese tipo de respuestas”, explican en esta fundación.

De quienes pidieron ayuda por estas afecciones predominaron las mujeres, que fueron 2,7 por cada hombre. La edad promedio de quienes la sufren es de 38 años. Gustavo Bustamante, director general de Fobia Club, le dijo a Clarín que le sorprende la cantidad de gente que padece miedo a vomitar, fobia que es la tercera más habitual.

El claustrofóbico no teme la situación en sí misma, sino las posibles consecuencias de estar en ese sitio. “Los miedos más frecuentes son quedarse encerrado o la asfixia”, dicen los especialistas. La mayoría de los espacios claustrofóbicos conllevan un riesgo de quedarse encerrado y una restricción de movimientos, por lo que las personas con claustrofobia suelen sentirse muy vulnerables cuando se restringen sus movimientos.
Tras la claustrofobia, en el ranking quedó la aerofobia, miedo a volar en avión. En tercer lugar aparece la emetofobia, miedo a vomitar. El cuarto puesto es para la fobia a los insectos y el quinto para la amaxofobia, miedo a conducir.

A la vez, la belonefobia, miedo a las inyecciones, está sexta entre las habituales. Y la fobia a los animales domésticos (perros y gatos) ocupa el séptimo puesto. El octavo lugar quedó para la fobia a las palomas y aves en general. Mientras que el miedo exagerado a los sapos es el noveno más común. Cierra la lista la acrofobia o miedo a las alturas.

Sin embargo en las fobias habituales también hay particularidades regionales. De hecho, la acrofobia, que en la lista de Fobia Club está en décimo lugar, es la más común en el Reino Unido. Así lo indica la organización británica YouGov, que realizó un sondeo para saber cuáles son las más comunes allí.

En el segundo lugar de este ranking aparece el temor ancestral a las serpientes, u ofidiofobia. En el tercer puesto se ubica el miedo a hablar en público, o glosofobia, que paraliza a muchas personas. Y el cuarto puesto se adjudica al miedo a las arañas, o aracnofobia.

La claustrofobia figura en el quinto puesto. Y el temor a los ratones, o musofobia en el sexto. La denominada belonefobia o temor a las agujas se ubica en el séptimo puesto. Este miedo irracional hace temblar a muchas personas que deben darse una inyección. Pero hace estremecer no sólo ante el mero pensamiento o visión de un objeto puntiagudo, sino también frente a un cubierto pueda provocar una herida sangrante o corte.

En este ranking, en el octavo puesto figura el miedo a volar, o pteromeranofobia, que incluye a todas las formas de vuelo. En el noveno puesto está una muy conocida, la de los espacios abiertos o agorafobia. Las personas que la sufren temen no poder refugiarse de inmediato en un lugar seguro. La fobia más insólita de la lista británica es la que se encuentra en el décimo puesto, el miedo a los payasos, o coulrofobia, que se da entre adolescentes y adultos.

VIA | Clarín