Como si jamás hubiera cometido un error, se dispuso a insultar y despreciar a su mujer como si fuera la peor de todas las mujeres y eso mismo le dio a entender bien claro. Se puso en víctima e hizo todo para dejarla mal parada y creer en los demás menos en ella por un solo error en defensa de los intereses de la familia.
Ella se cansó. De todo se cansó y ahora simplemente espera; pero no espera milagros ni espera nada bueno, espera sorpresas, de esas sorpresas que parten el pensamiento y el espíritu en dos.
Ella, ella simplemente espera.
Espera con tranquilidad, las cosas difíciles se solucionan con el tiempo. Si tiene solución el problema se arreglará y si no, pues que sea el Cielo quien disponga lo mejor para vos.
ResponderBorrarSaludos,
Cristina Amalia
Es verdad, gracias por tu comentario.
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