...Pero lo que no dice es que no se pueda ir a conocer a una gran amiga.
Conocí a Catalina en persona, sí, en carne y huesos porque el alma de Cata ya la conocía.
Conocí a Catalina en persona, sí, en carne y huesos porque el alma de Cata ya la conocía.
Hablamos, caminamos, nos reírmos, compramos un teclado, bueno, en realidad Cata compró un teclado porque yo no tenía un mango partido al medio para variar, jajaja, pero lo importante que se lleva ese teclado a Israel y que yo la acompañé a comprarlo. Es importane, ¿O no?
Cuánto había deseado y necesitado yo tu abrazo Catalina. No te lo podés imaginar.
He sufrido mucho y aún estoy pasando por tormentas del espíritu, y tu presencia aquí ha sido maravillosa, porque he tenido en Buenos Aires, a la misma vez a mis dos mamá: a mi madre biológica, Sonia, a quien le debo la vida y tantas otras cosas más, y a mi madre de la vida, vos, Catalina, quien me regaló esperanzas y sueños, amor y confianza cuando yo me encontraba comenzandoa transitar en la peor de mis oscuridades.
Gracias...por perdonarme, por quererme, por amarme y por abrazarme.
Lástima que Anngie no estaba en Buenos Aires, si no, la alegría hubiera sido completísima.
Te quiero!
Verónica,
Tu Hija de la Vida
Estar al lado de Catalina es sentir ctantas cosas, tanta ternura, te comprendo Vero
ResponderBorrarbesos
Elisabet
Yo todavía me siento en el PARAÍSO.
ResponderBorrarBesazos Eli y gracias por aceptar la invitación.
Cariños!
Vero
Fue hermoso compartir contigo un día y con Elisa otro, llevaré todo lo que me quede por vivir, la fragancia inolvidable que embargó mi alma junto a ustedes.
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