Siempre me ha parecido curiosa la fascinación que tenemos los humanos con las grandes catástrofes. Me explico: se cae un avión en Barajas y los periódicos se pasan meses hablando de ello. Sin embargo, se produce un número equivalente de víctimas en las carreteras españolas en aproximadamente 20 días. Y nadie habla de ello.
No le estoy echando la culpa a los periodistas, ni mucho menos. Cualquier noticia que se repite de forma habitual deja de ser noticia. Es posible que los humanos tengamos un “sesgo innato” en este sentido (aunque no he leído ningún estudio serio). Sea como sea, el resultado es que la exposición a determinadas imágenes catastróficas en los medios de comunicación puede sesgar nuestra percepción del riesgo hacia las grandes catástrofes. Si de verdad queremos evaluar el riesgo de distintos factores es mejor echarle una fría mirada a los datos.
Y eso es lo que han hecho los autores de este interesante artículo publicado en el International Journal of Health Geographics: contar pacientemente el número de muertos en desastres naturales desde 1970 a 2004. El trabajo contiene datos exclusivamente de USA (una pena que no dispongamos de datos similares en Europa). Pues bien, ¿qué tipo de desastre natural dirían que conlleva más riesgo? ¿Los terremotos de California? ¿Los huracanes del Caribe?
Negativo. El mayor “asesino” es el calor (responsable del 19% de las víctimas) y el siguiente el frío (con un 18%); en tercer lugar estarían los rayos (11%). En cambio, las víctimas combinadas de terremotos, huracanes e incendios apenan llegan al 5%. El truco probablemente radica en que en los tres primeros casos se producen eventos muy frecuentes con pocas víctimas y en los tres últimos ocurre lo contrario.
Un estudio complementario consistiría en contar el impacto que tienen estos tipos de desastres naturales en los medios de comunicación. Probablemente no coincida con las estadísticas de víctimas.
No le estoy echando la culpa a los periodistas, ni mucho menos. Cualquier noticia que se repite de forma habitual deja de ser noticia. Es posible que los humanos tengamos un “sesgo innato” en este sentido (aunque no he leído ningún estudio serio). Sea como sea, el resultado es que la exposición a determinadas imágenes catastróficas en los medios de comunicación puede sesgar nuestra percepción del riesgo hacia las grandes catástrofes. Si de verdad queremos evaluar el riesgo de distintos factores es mejor echarle una fría mirada a los datos.
Y eso es lo que han hecho los autores de este interesante artículo publicado en el International Journal of Health Geographics: contar pacientemente el número de muertos en desastres naturales desde 1970 a 2004. El trabajo contiene datos exclusivamente de USA (una pena que no dispongamos de datos similares en Europa). Pues bien, ¿qué tipo de desastre natural dirían que conlleva más riesgo? ¿Los terremotos de California? ¿Los huracanes del Caribe?
Negativo. El mayor “asesino” es el calor (responsable del 19% de las víctimas) y el siguiente el frío (con un 18%); en tercer lugar estarían los rayos (11%). En cambio, las víctimas combinadas de terremotos, huracanes e incendios apenan llegan al 5%. El truco probablemente radica en que en los tres primeros casos se producen eventos muy frecuentes con pocas víctimas y en los tres últimos ocurre lo contrario.
Un estudio complementario consistiría en contar el impacto que tienen estos tipos de desastres naturales en los medios de comunicación. Probablemente no coincida con las estadísticas de víctimas.
Vero, vengo a dejarte un abrazo y mis ganas de seguirte leyendo el próximo año,
ResponderBorrarQue venga lleno de bendiciones para ti, para todos.
Un beso
Cuando empieza un año nuevo,se abre un sendero desconocido por el que debemos transitar,no sabemos que pasará, pero si podemos intentar un mundo mejor, levantando nuestras copas con estos deseos acariciados en las siguientes líneas..
ResponderBorrarFeliz año nuevo
Fronteras derrumbemos,
Elevemos un canto de hermandad y
Lazos de manos unidas,
Ilusionadas en una eterna paz,
Zambullida dentro de cada corazón.
Alcemos el mejor canto sin mezquindades
Ñeques esperanzas de un mundo mejor
Ondeando en el universo en toda su inmensidad.
Neutralicemos las ásperas indiferencias
Uniendo solamente los hilos para que
En un telar nos abriguemos todos bajo el sol
Victorioso de la unidad.
Oasis será entonces , el mundo del año que vendrá.
stella maris taboro
--
Soy Stella Maris, alguien bordó mi nombre con aroma a mar y sonido de delfines...