1. Los trucos
2. Aliméntate con inteligencia, come despacio y variado. No te saltes comidas por falta de tiempo y no abuses de los dulces: provocan una sensación placentera que sólo dura unos instantes. Olvídate de los estimulantes, café, té, chocolate, alcohol, tabaco. El estrés provoca energía sobrante, no necesitas excitarte más.
3. Aprende a relajarte, lleva el control de tu respiración, recuerda que se inspira por la nariz y se espira por la boca. Concéntrate con imágenes placenteras (paisajes hermosos, recuerdos de infancia...)
4. Busca el lado positivo de la vida. Practica el optimismo. La risa es tu mejor aliado para aliviar la tensión. Acepta tus errores y ríete de tí mismo con los demás.
5. Practica deporte, una hora de ejercicio al día te ayuda a liberar la adrenalina y despeja tu mente. No debes competir si tienes estrés pero es ideal como afición. Practica bicicleta, natación, running, artes marciales, y mejor en compañía, nunca solo. Si lo tuyo es un plan más tranquilo prueba con el golf, walking, bailes de salón, yoga, tai-chi.
6. El sexo también mejora tu salud. Al aumentar la producción de endorfinas, éstas mantienen tu ánimo elevado. Sirve como relajante, y aunque los problemas cotidianos, el trabajo y la casa te impidan pensar en él, es positivo dedicar tiempo a los juegos y a tu pareja. Te cambiará la cara.
7. Aprende a contar lo que te pasa. Guardar tus sentimientos sólo servirá para que un día explotes como un volcán. Los que exteriorizan sus emociones son los que menos sufren.
8. Dedica tiempo a tus “hobbies”. Concentra tu energía en una actividad relajante que te produzca placer. Tener un perro o un gato también alarga tu vida y rebaja el estrés.
9. Localiza el origen del estrés y organiza tu día. Lo primero es saber qué está desencandenando el estrés. Escribe en un papel tus metas y objetivos y como llegar a ellos. Si eres una persona de costumbres,improvisa en tu rutina y cambia tus horarios. Si al contrario, eres poco organizado, lleva una agenda y sigue un horario.
10. Acepta tus limitaciones. Nadie es perfecto; aprende a decir “no” cuando te veas superado. Es mejor elegir la calidad a la cantidad en tu trabajo. No te crees más obligaciones de las necesarias. Atrévete a dar tu opinión.
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Por Yolanda Vázquez-Mazariego y el Dr. Héctor González |
Sport Life |
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Qué bajonazo amiga mía yo creo que me doy con un canto en los dientes si cumplo (más o menos) dos de los puntos del decálogo.
ResponderBorrardormir, por ejemplo, es una especie de reto diario porque mi almohada debe ser "mágica", pues en cuanto pongo la cabeza sobre ella le da al PLAY del listado de pequeños problemas cotidianos.
por otro lado odio la verdura, es algo atávico en mí desde pequeño y ya sabes que los vegetales se asocian a la vida sana.
en cuanto a la gimnasia jejeje ¿qué es eso?
en definitiva que aprovecharé tu entrada como guía de a lo que he de aspirar, hay cosas que ya no creo que pueda cambiar pero alguna otra quizá sí.
un abrazo, amiga mía.
Pura sabiduría vital.... la practico. :)
ResponderBorrarbesos