Hoy hace 28 años que salí de mi "paisito" para venir a Buenos Aires, mi país del corazón.
Han pasado tantas cosas que realmente es casi increíble, si escribiera un libro de todo lo que he vivido en estos 28 años sería un récord de ventas y sería catalogado como de «ciencia ficción»
Parece apenas un pasito cruzar de Colonia a Buenos Aires, pero todo era distinto; tan cerca y tan lejos.
Dejaba tantas cosas, tantos seres queridos, amores y desamores, toda mi pequeña y corta vida de 17 años. Pero me fui y todo el camino del barco miré la costa de Uruguay hasta que desapareció en el horizonte.
Para todos fue "se fue corriendo" o "se fue huyendo" pero no, me fui porque mi padre me había echado porque tenía cosas más importantes de las que ocuparse.
Y ya acostumbrada a las ausencias, cuando todo mundo juzgaba y decía barbaridades, llegué a esta costa, a Buenos Aires, con mi madre y mi hermano, con lo puesto, unos pocos pesos y como se dice por estos lares: "con una mano atrás y otra adelante"
28 años... y muchas cosas todavía duelen y seguirán doliendo, aunque cada año, lastiman un poco menos (¿o más?)
Desde aquí miro mis recuerdos, todo lo vivido, lo ganado y lo perdido. Una lágrima se escapa (es inevitable) pero vuelvo los ojos al camino y «SIGO CAMINANDO»
2/01/2015
esas vivencias, aunque amargas, tienen un gran valor...
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