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ALT1040 de Elias Notario el 12/01/09
El año pasado escribía un post sobre el canal creado por el ejercito israelí en YouTube donde comentaba lo que personalmente me parecía, un acto de mentiras militares, a lo que el estado de Israel está muy acostumbrado. Como era de esperar no tardaron en llegar los comentarios donde se me llamó de todo menos guapo, desde los que me acusan de antisemita hasta los que me llaman ignorante o directamente piden mi expulsión de este blog. Desde entonces tengo pendiente hacer este nuevo post que se centrará en dos pilares fundamentales, ver qué es lo que Israel quiere verdaderamente y cuáles han sido sus actuaciones para conseguirlo, todas de una brutalidad extrema.
Dejar muy claro que hablo y critico al estado israelí, no a su población. Igual que Hamás no es Palestina, el gobierno al otro lado de La Franja no representa a todos los israelíes y aunque lo hiciera, no todos apoyan las barbaridades que hace (es lo que tienen las democracias burguesas).
Esto no tiene nada que ver con Hamás
Empezando por el principio, intentar abrirles los ojos a todos los que creen la versión de que esta operación “plomo sólido” tiene algo que ver con Hamás, el terrorismo, la libertad o la democracia. No amigos, esto no va con Hamás, esto va de obtener la hegemonía absoluta sobre un territorio, el palestino, a sangre y fuego, por un estado tan potente como el israelita. En 1948 se declaraba la independencia del Estado de Israel y este se apropiaba de un 24% más de la tierra que le concedía la Resolución 181 de la ONU. Siguieron con esa línea en la década de 1950 con masacres indiscriminadas, guión que continuaría en el 67 cuando conquistaron el 22% de la tierra histórica palestina interpretando como les dio la gana la Resolución 242 del Consejo de Seguridad de la ONU, con consenso internacional absoluto que afirmaba que Israel recibiría reconocimiento internacional solamente si se retiraba de las zonas ocupadas.
Para más señas, en 1976, votaron en contra de una solución de dos estados, solamente apoyados por los Estados Unidos como era de esperar. Pero sigamos. En 1978 y 1982, invadió, bombardeó y arrasó Beirut y así anexionó el territorio de Cisjordania sin ningún problema. En el 87 el propio Estado de Israel ayudó conscientemente al movimiento que ahora se supone quieren eliminar, sí, Hamás, para así socavar las facciones laicas y nacionalistas de Palestina. Las tierras palestinas se han ido radicalizando a medida que con el tiempo les han pisado la cabeza una y mil veces.
Cuando a Israel se le llenaba la boca con deseos de paz y solución de dos estados estaba duplicando el número de colonos judíos ilegales sobre Cisjordania y Jerusalén Este, construyendo casas y carreteras de circunvalación sobre las maltrechas ciudades y pueblos de tierra palestina. Anexionaron el Valle del Jordán, la frontera internacional de Jordania y expulsaron a cualquier local que estuviera en esa tierra.
Exterminando a un pueblo
Queda bastante claro que Israel no piensa ni pensó en ningún momento una solución pacífica, que pasa por algo tan simple como dejar vivir al pueblo palestino, desinflando así las facciones más radicales. En vez de esto, cada día endurecen más su posición y asfixian a un pueblo cada vez más desesperado. Algunas de las acciones repetidas en varias ocasiones por Israel, también en este último ataque:
- Israel controla todo lo que entra y sale de los territorios ocupados. En esta última etapa y después de declarar a Gaza como entidad enemiga, se pasó de los 3.500 productos básicos que entraban antes a 19.
- Tel Aviv prohibió el paso de ayuda de Naciones Unidas, violando las leyes internacionales y humanitarias.
- Han bombardeado televisiones, la Universidad Islámica de Gaza y varios edificios civiles (Gaza es uno de los territorios más densamente poblados del mundo, aún bombardeando objetivos militares morirán civiles).
- Israel incumple los acuerdos alcanzados en Anápolis firmados con la Autoridad Nacional Palestina para facilitar la creación de un Estado Palestino. Permiten nuevos asentamientos, no derriban el muro declaro ilegal por el Tribunal Internacional y crean controles que hacen imposible la creación de un Estado Palestino.
- En los últimos ocho años han muerto 23 israelíes por cohetes Qassam frente a 3.800 palestinos, la mayoría civiles y sin contar los muertos de este último ataque.
- Desde el 67 ocupan Gaza y Cisjordania haciendo oidos sordos a las exigencias de Naciones Unidas que piden el regreso a las fronteras anteriores a esa ocupación.
- Siguen anexionando áreas de Cirsjordania mediante la construcción del muro de cemento llamado “del apartheid”.
- Entre Gaza y Cisjordania hay territorio israelí controlado por militares que impiden viajar de un sitio a otro.
- Tanto Tel Aviv como los gobiernos europeos son culpables de bloquear las ayudas económicas, de las que dependían buena parte de los funcionarios palestinos.
- Israel quiere acabar con Hamás, pero tampoco reconoció a Al Fatah.
- En las cárceles de Israel hay 10.000 palestinos, de los cuales más de 300 son menores, muchos sin cargos. Hay una ley que permite mantener arrestado y en prisión durante seis meses a cualquier palestino. A los seis meses se puede prorrogar la reclusión otros seis meses más, así hasta dos años.
- La población está aislada.
- Las diferentes resoluciones de la ONU se acumulan y no se cumplen.
Basta ya
Desde hace 61 años se está cometiendo un atropello continuado por parte de uno de los estados más poderosos del mundo, sin que nadie diga “esta boca es mía”. Mucha declaración y palabras bonitas, pero Israel sigue campando a sus anchas, matando de forma premeditada a un pueblo con derechos tan legítimos como los de cualquier otro. No es una guerra contra el terror, no es legítima defensa, es exterminio. Esta última operación solamente es otro capítulo más a añadir al tomo de barbaridades contra los palestinos. ¿Qué le queda a un pueblo que se ve morir por momentos? La desesperación, que solo lleva a la radicalización. Con todo, cada uno que vea lo que le de la real gana, servidor tiene la conciencia muy tranquila al afirmar con todas las letras que Israel es un estado asesino y destructor desde el mismo momento de su creación. Ojalá sirva este texto para el único objetivo que me interesa: más voces que pidan el freno a la masacre palestina. Lo demás, me da igual.
Nota: Fotos de El País
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