En algunos sitios,
sitios sin geografía propia,
sitios aislados de la mundanal bahía de locuras,
en esos sitios es donde busco sin cesar
algo que me sobrecoja, que me emocione.
Encuentro aburrido y abatido el mundo real,
ese mundo cotidiano de idioteces y materialismo,
donde todo vale lo que cuesta, donde lo que se ve
es lo único que cuenta y lo único creíble.
Al fin, todo es irreal en el mundo cotidiano
y me sumerjo en las profundidades de lo imposible,
en la negrura de los sueños no cumplidos
en la espesura de las ilusiones abandonadas.
Allí, me encuentro nadando hacia futuros prodigiosos
tejiendo quimeras y castillos en las nubes,
y pienso que tal vez, si todos soñáramos un poco
el mundo fuera un sitio mucho mejor de lo que es.
En algunos sitios sin geografía,
aislados de la mundanal bahía de locuras
me quedo en busca de mi propia vida
que casi extinta en esta realidad
desea sobrevivir a toda costa en esos sitios.
En fin, en esos sitios me detengo
porque allí me siento viva, nueva, renacida.
sitios sin geografía propia,
sitios aislados de la mundanal bahía de locuras,
en esos sitios es donde busco sin cesar
algo que me sobrecoja, que me emocione.
Encuentro aburrido y abatido el mundo real,
ese mundo cotidiano de idioteces y materialismo,
donde todo vale lo que cuesta, donde lo que se ve
es lo único que cuenta y lo único creíble.
Al fin, todo es irreal en el mundo cotidiano
y me sumerjo en las profundidades de lo imposible,
en la negrura de los sueños no cumplidos
en la espesura de las ilusiones abandonadas.
Allí, me encuentro nadando hacia futuros prodigiosos
tejiendo quimeras y castillos en las nubes,
y pienso que tal vez, si todos soñáramos un poco
el mundo fuera un sitio mucho mejor de lo que es.
En algunos sitios sin geografía,
aislados de la mundanal bahía de locuras
me quedo en busca de mi propia vida
que casi extinta en esta realidad
desea sobrevivir a toda costa en esos sitios.
En fin, en esos sitios me detengo
porque allí me siento viva, nueva, renacida.
